| Quid habemus? |

Presentación en televisión del libro (2014).




"Quid habemus?" es un libro que coordiné y edité en 2013. Aquí está alguna información al respecto:






Quid habemus? Estudios Pontificales

Reseña por Antonio Briseño Templos

Con motivo de las próximas canonizaciones, el Papa se coloca de nuevo ante los reflectores. Todos sabemos muy bien quién es el Papa, pero ¿sabemos qué es el Papa? Para todos (católicos o no), es muy conocida la frase “habemus Papam” (tenemos Papa); el cardenal protodiácono la dice siempre que presenta al nuevo Pontífice electo, pero ¿qué hay de fondo en todo esto? Quid habemus? es el título del libro que hoy nos interesa. Es muy adecuado para estas fechas, pues sabemos que tenemos Papa y sabemos quién es el actual Papa, pero quid habemus? (¿Qué tenemos?). ¿Sabemos por qué tenemos Papa? ¿Sabemos qué significa tener Papa? ¿Sabemos por qué el Papa actual, y el anterior, y cada Papa en su momento, fueron elegidos como el adecuado para esa función? Los Estudios Pontificales que contiene este libro y que son anunciados por el subtítulo, nos ayudarán a responder estas y algunas otras preguntas.

En efecto, este libro ayudará a resolver importantes dudas sobre qué es el Papa en tanto cargo eclesiástico, pues Carlos Sierra Lechuga se propuso como empresa coordinar a siete excelentes investigadores para que, a modo de libro, compartieran sus estudios sobre lo que es ser Papa y sobre quién es el Papa. Así, tenemos siete artículos ordenados de lo general a lo particular. Dos de ellos nos hablan, en lo general, sobre algunas características que conlleva el oficio de Papa: Sergio Castaño explica, según el filósofo Francisco de Vitoria, cómo es que el poder terrenal que tiene el Papa está justificado por su origen en el poder divino. Luego, Carlos Baliña comparte un artículo titulado: Verdadera y falsa infalibilidad de los Papas según Mons. Fessler; cuyo objeto es presentar la doctrina acerca del verdadero concepto de infalibilidad papal tal como fue expuesta por Mons. Joseph Fessler, Secretario General del Concilio Ecuménico Vaticano I (Cfr. P.41). Después, siguen cinco artículos que son más específicos, pues describen el ejercicio del papado. Así, Héctor Velázquez comparte una investigación acerca de la postura de Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre la relación que debe haber entre ciencia y fe. Estos dos Papas concuerdan en que ciencia y fe deben mantener un diálogo que, lejos de luchas infructuosas por buscar la autonomía absoluta, promueva el trabajo conjunto entre fe y razón para entender de mejor modo el cosmos. Como siguiente artículo, Guadalupe Llanes escribe A propósito del ensayo: “El Dios de la fe y el Dios de los filósofos” de Joseph Ratzinger, donde, con base en este ensayo del teólogo alemán, Llanes diferencia entre aquel Dios concebido como inteligencia o diseñador que últimamente se ha puesto de moda entre los científicos, y el Dios de la fe, por quien fuimos creados a su imagen y semejanza. En el siguiente artículo, Beatriz Reyes  afirma que a Benedicto XVI puede llamársele “Defensor del Logos”; así, desde el discurso de Ratisbona, pronunciado por Benedicto, Reyes justificará este título y nos explicará las consecuencias de excluir al logos del pensamiento cristiano. Como penúltimo artículo, Lucio Florio expone la actividad de Carlo Maria Martini, un cardenal jesuita, que pudo contribuir para que, otro jesuita, Jorge Mario Bergoglio, llegara a ser Papa. En este artículo encontraremos muchas similitudes entre el pensamiento de Bergoglio y el de Martini. Finalmente, cierra el volumen Gonzalo A. Chamorro, quien describe la Vida, obra y desafíos del papa Francisco.

Índice del libro.
Este libro, pues, resulta interesante en la medida en que respondamos “quid habemus?”, o sea, qué es ser Papa; podremos alejarnos de los pronósticos, las suposiciones, las interpretaciones populares y a veces políticas sobre el Papa y nos acercaremos más a las razones teológicas que describen el oficio papal.













1 comentario:

  1. ¿Va sobre el papa bueno o el malo? Fracisco no es el papa legítimo. Larga vida a Benedicto.

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